El almuerzo fue en la cafetería de la universidad. Resulta que como centro de atención masivo tienen sus reglas de donde se ordena, donde se paga, donde se recibe, y todo además con la barrera del idioma acrecentada por la jerga específica del local.
Llegó alguien saludando a todos y pidió una tijera. Así que le preste mi navajita suiza con USB.
La tarde estuvo ajetreada. El espacio de 2 metros por 2 metros es muy pequeño para la cantidad de colaboradores de Fedora. Los discos volaron y al menos llegaron los otros recursos: Volantes y Calcomanías. Sin embargo las calcomanías estaban en hojas, y habia que desprenderlas para su entrega individual. El trabajo artesanal en equipo se tornó divertido y nos sacó del alboroto del evento, aunque fue algo apretado de espacio.
El tipo aun no regresa con mi navajita USB.
Para mis amigos, he preparado unas fotos de los stand de sus distros en este evento. Debian lleno de material a la venta.
Ubuntu una mesa por ahí!
Suse, lo siento, no hay suse. Nadie realmente sabe a quien le preste mi navaja. Lo saludaron porque él saludó. Realmente tenia cara de buena gente.
Al final de la tarde el frío se hizo sentir. La salida fue aun más fría. Menos mal que el transporte estaba listo esperando. La parada en el hotel fue corta. Junto con mi navaja estaba la llave de mi maleta. No pude abrir el candado como McGuiver, así que rompí las orejitas del zipper. El grupo equipo ha ido creciendo y para cenar ya necesitábamos 4 taxis. Y si bien nos dividimos con brasileños para asegurar comunicación, ellos también son visitantes. El viaje fue algo apurado con paradas y acelerones bruscos. El Restaurante se especializa en carnes: que sorpresa! Se llama Mercado del Puerto por lo que yo he iniciado mi pregunta sobre porque la ciudad se llama puerto. Compartí con Nushio una parrillada, y resultó ser genial porque no se atrasa con ensaladas ni arroces, nos dedicamos solo a las carnes de pollo, res y salchicha.
De camino al hotel y una parte que parecía mar, pero resulto ser un río. No pude averiguar más, puesto que los brasileños estaban emocionados con el fútbol, mi investigación geográfica no podía competir. Puestos en el lobby del hotel, nos dijeron que debíamos hablar sobre Fedora en cada uno de nuestros países frente a todos los que quisieran llegar al Fudcon (Fedora Users and Developers convention). Así que nos pusimos a trabajar en ello. Tatica creó una plantilla muy bonita, Matías creo una estructura, y así fuimos armando a partes la presentación. Tengo pesar por mi navaja, fue un regalo y la USB tenia muchas cosas que no sabría si realmente estaban copiadas en otro lugar. No es un buen pensamiento para dormirse.
El teléfono no perdona el sueño, realmente quiero dormir más. Ni modo. A ducharse, desayunar, lavarse los dientes y salir para el primer día de Fudcom. Al inicio estamos desorientados, no sabemos en que salón será Fudcom y venimos para el stand de Fedora. Me preguntan si una memoria es mía y yo brincando de alegría, en efecto el tipo no tenía tan mala cara. Había aparecido para devolverla y la dejo en el stand y alguien la guardó para mí. Me llevaron dando saltos hasta una aula en un sexto piso. Realmente esta universidad es enorme. El centro de convenciones es desproporcionado para cualquier universidad.
Nuestra exposición salió bien en español. Luego escuchamos sobre el sistema de traducción de paquetes de Fedora, que ahora se abre para traducir cualquier contenido. Pasamos a una charla sobre virtualización que estuvo bien interesante y el tipo que expuso era casi un comediante. Seguidamente sobre el equipo de Fedora Art y cuando iba a escuchar sobre empaquetamiento de aplicaciones para Fedora salimos a almorzar. Esta vez nos guiaron al restaurante del centro de convenciones donde hay un bufete, increíble en cantidad, calidad y variedad. Logre toparme con una cacerola de Fejioada!